Por fin, después de tanto tiempo y tantas dificultades, en septiembre iba a retomar la actividad en la defensa del Archivo de Salamanca. Tenía planeado un viaje a Barcelona y…
Y no, al final, tampoco.
Me he quedado sin voz. Literalmente. No es la primera vez, pero quizá sí la más seria y la más prolongada. Llevo tres semanas sin apenas poder hablar, sin que me salga la voz. Como otra de las secuelas del covid que me acompañan, una de mis cuerdas vocales de vez en cuando falla. Algo así como cuando vas andando y la pierna, por la rodilla, se te dobla y parece que no te vas a poder sujetar y te vas a caer al suelo… pues eso, pero de forma permanente (duradera) y en el habla. De repente falla. Y aunque lo intentes, apenas si te sale la voz.
Los médicos me han dicho que esté callado todo lo que pueda y que dé tiempo al tiempo. Algo de lo que cada vez me queda menos en esta carrera, de fondo y contrarreloj al mismo tiempo, para salvar el archivo de Salamanca de la destrucción casi total que pretenden los que odian a España… y se avergüenzan de cómo participaron ‘los suyos’ en la historia… y quieren borrar su rastro.
Iba a ser en septiembre y ya no.
No podré ir a Barcelona como tenía pensado y anuncié.
No he podido viajar, no tenía sentido, porque me he quedado sin voz… pero tengo previsto…
Date una vuelta por aquí en unos días y verás lo que estoy planeando.
Porque estaré sin voz, pero no me van a callar, ni yo me voy a parar.
Iba a ser en septiembre, pero será en octubre. Atentos por aquí y en el correo electrónico. Pronto habrá novedades.
Nos vemos, en la defensa del Archivo de Salamanca, donde toque en cada caso.
Un fuerte abrazo de tu amigo, Policarpo.